¿CUÁLES SON ALGUNOS DE LOS JUEGOS AL AIRE LIBRE?

Los juegos al aire libre son unas de las mejores formas de fortalecer las relaciones entre los niños, ya que ayuda a promover la curiosidad, la creatividad y el pensamiento. Se trata de una manera divertida de que aprendan junto a sus semejantes al mismo tiempo que se potencia su desarrollo cognitivo.

Existen una infinidad de juegos para niños al aire libre que son de gran ayuda para entretener y enseñar a los más pequeños, siendo una forma ideal de alejarlos de pantallas, consolas y otros aparatos que en muchos casos llegan a absorberlos y dificultar su interacción con otras personas, entre estos están: 


Carrera de saco



Los participantes se ponen en línea recta, con las dos piernas metidas en costales o sacos de yute. Cuando alguien da la señal, todos salen saltando en carrera. Gana quien llegue primero a la meta, sin sacar las piernas del saco. 




Balón prisionero



Para ello, basta con golpearles con la pelota en cualquier parte del cuerpo (pies, manos, cabeza si se está agachado) sin que lleguen a cogerla antes de que toque el suelo. El jugador golpeado abandona el campo de juego y pasa a situarse fuera, detrás del campo enemigo.




Juego del pañuelo


La persona con el pañuelo dirá en voz alta un número, y entonces, el miembro de cada equipo que tenga dicho número deberá correr para coger el pañuelo y llevarlo de vuelta al lugar en el que estaba. El primero que lo consiga gana la ronda, quedando el participante del equipo contrincante sin punto.



Escondite






Todos los jugadores se toman de las manos y forman un círculo. Escogen un participante que va a ser el que busque a los otros que se esconden. Antes de empezar, se deben poner las reglas y los límites del juego, para que no hayan discusiones sobre la zona en la que está permitido esconderse.


Rayuela 


                                                                                                                                                                                                                                                                    Se arroja una piedra o tapa de gaseosa progresivamente hasta el cielo, empezando por el uno. Saltando en una pierna o en dos según los casilleros de ese nivel se debe evitar pisar el casillero donde está la piedra.




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